miércoles, 22 de junio de 2011

Personas que inspiran - La cerámica como terapia



Conocí a Nicholas Davies hace algunos meses en el Centro Noray, lugar donde mi amigo y terapeuta floral José Antonio, ejerce su hermosa profesión. Acudí allí con mi amiga Rocío para formar entre los tres un grupo de práctica de inglés dirigida y moderada por Nik (Nicholas). Se trataba de reunirnos una vez a la semana un par de horas para conversar en inglés sobre nuestros temas de terapias, siendo corregidos por Nik.
Continué acudiendo durante cierto tiempo, pues me parecía muy interesante el aprender a exponer los temas sobre terapia transpersonal en inglés, ya que nunca se sabe donde va a ir a parar una, y el dominio del inglés siempre puede resultar útil. José Antonio está ensayando para impartir conferencias en inglés, y su temática también me resulta muy interesante, con lo cual, las reuniones resultaban siempre enriquecedoras.

Un día, Nik me comentó que él tenía un taller de cerámica junto al Camping de Roquetas de Mar y que allí daba clases tanto de cerámica como de inglés, o ambas a un tiempo. Me pareció algo sumamente atrayente el combinar el aprendizaje y práctica del idioma con el desarrollo de una actividad artística tan hermosa como es el trabajo con la arcilla... y decidí acudir a su taller una vez por semana, durante un par de horas.

¡Qué gran descubrimiento! Nik y el trabajo con la cerámica se han convertido en una actividad casi primordial para mi bienestar psíquico. El trabajo con el barro es una maravillosa meditación y Nik un increíble terapeuta.
Durante dos horas, que se pasan demasiado rápido, hablamos en inglés, al tiempo que vamos creando maravillosos objetos artísticos, como las tazas de inspiración japonesa que ahora realizo extasiada y sorprendida de mi propia habilidad... gracias a Nik.

Nik escucha paciente y amorosamente mis relatos, lo que pienso sobre esto o aquello, mis deseos y temores más profundos... A veces sonríe y me da su parecer. Prepara el té y lo tomamos tranquilamente al tiempo que la arcilla va adquiriendo en mis manos formas insospechadas...

Me cuenta cómo las emociones juegan un importante papel en el trabajo artístico y cómo cuando está enfadado puede ver materializado el enfado en sus obras y la gran liberación que esto produce. Así mismo sucede cuando se siente triste, alegre, sereno... la arcilla va tomando formas que responden a esas emociones e incluso las diferentes herramientas que utiliza y la decoración que elige tienen que ver con su estado de ánimo.

Él siempre se muestra sereno y sonriente. Hace poco ha sido padre de un precioso bebé, Teo Willow, y se siente muy feliz. ¡Enhorabuena Nik y Patricia por este feliz acontecimiento!

Desde estas líneas quiero agradecer a Nik por servirme de inspiración cada vez que acudo a su taller y cada vez que recuerdo estos gratos momentos de meditacíon creativa + aprendizaje del idioma. Gracias Nik!
¡Qué gran oportunidad es el aprender inglés de esta manera! ¡Sin libros de gramática y aburridos ejercicios y con desarrollo de la propia creatividad! ¡Enhorabuena por la original idea!

Nicholas Davies: nicholasdavies@gmail.com

José Antonio Sande: www.terapiafloralnoray.jimdo.com

jueves, 16 de junio de 2011

El Río del Dragón de Nueve Cabezas - Peter Matthiessen



La meditación no tiene nada que ver con la contemplación de los enigmas eternos, o de la propia insensatez, ni siquiera del propio ombligo, aunque pueda aportar una visión más clara de todo ello. No tiene nada que ver con ningún tipo de pensamiento, con nada en absoluto, en realidad, sino con intuir la verdadera naturaleza de la existencia, que es por lo que ha aparecido de una u otra forma en casi todas las culturas conocidas por el hombre. El bosquimano que contempla extasiado el fuego, el inuit que utiliza una piedra afilada para dibujar un círculo cada vez más profundo en la superficie plana de una roca, alcanzan la misma extinción del ego (y el mismo poder) que el derviche o el danzarín sagrado de los pueblos indios. Entre los hinduistas y los budistas, la comprensión se alcanza mediante la calma interior, que se logra normalmente mediante el estado de samadhi del yoga sentado. En la práactica tántrica el discípulo puede desplazar el ego llenando todo su ser con el objeto real o imaginario de su concentración; en el zen, uno busca vaciar la mente, devolverla a la quietud clara y pura de una concha marina o un pétalo de flor. Cuando el cuerpo y la mente se unifican, entonces todo el ser, completamente liberado de intelecto, emociones y sentidos, experimenta que la existencia individual, el elgo, la realidad de la materia y los fenómenos sólo son disposiciones efímeras e ilusorias de moléculas. El yo fatigado de máscaras y pantallas, defensas, prejuicios y opiniones que, sustentado por ideas y palabras, se imagina que es una especie de entidad (en una sociedad de entidades semejantes) puede desaparecer súbitamente, disolverse en el flujo informe en que conceptos tales como muerte y vida, tiempo y espacio, pasado y futuro, carecen de significado. Existe sólo un brillo perlino de Vacuidad, lo No creado, que no tiene pincipio, y por lo tanto, tampoco fin. Lo mismo que el muñeco bodhidharma de base redonda que vuelve siempre a su centro, la meditación representa la base del universo a la que todo vuelve, como en la quietud de la ncohe plena, la quietud entre las mareas y los vientos, la quietud del instante previo a la Creación. En ese Vacío, este estado de reposo dinámico, sin trabas, se halla la realidad última, y ahí renace la verdadera naturaleza propia, en un regreso de lo que los budistas llaman "gran muerte". Ésta es la Verdad de la que habla Milarepa.

El Río del Dragón de Nueve Cabezas - Peter Matthiessen
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Antes que el cielo y la tierra
Había algo nebuloso
aislado, silencioso
inmutable y solitario
eterno
la Madre de todas las Cosas
No sé su nombre
Lo llamo Tao

Lao zi, Tao te King