domingo, 18 de septiembre de 2011

Decretos ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Cómo se decreta?

Los decretos son afirmaciones positivas que realizamos repetidamente, cada día, para ir "grabando" en nuestra mente un nuevo "programa" que nos conduzca a desarrollar y mantener un punto de vista más optimista sobre nosotros mismos y nuestra realidad, al tiempo que nos estimula y motiva a "crear" esa realidad que deseamos en lo más profundo de nuestros corazones.

Basándonos en la frase "creer es crear", nos formulamos frases positivas sobre nosotros mismos hasta que creemos en ellas y así creamos situaciones que nos son favorables, que nos llegan porque están en sintonía con ese nuevo programa mental más positivo.



Lo de afuera influye en lo de adentro, y viceversa. Todo está en interrelación. Trabajamos de dentro a fuera y de fuera hacia dentro.
En el proceso de trabajo interior, todo cuenta.
Tan importante es, por ejemplo, mantener el orden de nuestra casa exterior como de la interior, pues una cosa es reflejo de la otra. Si nuestra casa está repleta de trastos inservibles, poco nuevo puede caber en ella. Si nuestra mente está atorada con montones de pensamientos-basura, poco de lo nuevo puede absorber. Si quieres ver claro, empieza por limpiar los cristales de tus ventanas.

En la meditación, conectamos con nuestra Esencia, con nuestro Ser, con la llamada Conciencia Testigo, que es una parte de nosotros que observa lo que sucede de una manera imparcial, sin enjuiciar, sin involucrarse... La Conciencia Testigo observa los pensamientos transcurrir como si fueran troncos flotando sobre el río, que son arrastrados por la corriente. O bien, como si fueran nubes que aparecen y se disuelven en el cielo azul.
Se nos solicita, cuando meditamos, que esbocemos una sonrisa. Una sonrisa, no sólo interior, sino también exterior. La sonrisa de la "Monna Lisa", esa típica sonrisa de los Budas. Esto es así porque, como lo de afuera influye en lo de adentro, el simple hecho de esbozar una sonrisa, hace que también por dentro sonriamos. Es muy difícil estar enojados mientras esbozamos una sonrisa apacible. Haz la prueba. Sin embargo, si por el contrario, pusiéramos cara de enfado y mantuviéramos una expresión de ceño fruncido y tensión en el rostro, acabaríamos sintiéndonos enfadados sin saber por qué.

Es así que cuando repetimos frases afirmativas o decretos, estos acaban calando en nosotros y surtiendo un efecto estimulante en nuestras vidas, pudiendo de esta forma “reprogramar” nuestro sistema operativo para que funcione a favor de una vida más sana y positiva. Se trata de navegar con el viento a favor. Aprendamos a ser buenos capitanes de nuestro barco.

Veamos, pues, cómo se decreta.

En primer lugar, las frases han de ser formuladas en tiempo presente de indicativo, y en primera persona.
No valen frases del tipo: Pronto habré superado mi adicción al tabaco, sino más bien: Soy un ser libre. Me siento rebosante de salud. Mis pulmones están limpios y sanos. Disfruto de respirar aire puro y con cada inspiración, mis pulmones se llenan de salud…
En lugar de expresar una frase del tipo: Mi hija y mi marido me aman y me comprenden, deberá ser indicada en primera persona: Me siento amada y comprendida por mi hija y por mi marido.

Cada día, escribiré en mi cuaderno, al despertar, tres decretos positivos sobre mis deseos más profundos, por ejemplo:
- Encuentro el propósito de mi vida.
- Me siento llena de energía vital y motivación para emprender el día.
- Me siento reconocida y respetada por mis compañeros de trabajo.
- Disfruto de una alta autoestima. Me siento satisfecha conmigo misma y agradecida por los dones y por las cualidades que me han sido otorgadas.
- Realizo las tareas de cada día con amor y motivación.
- Mis relaciones sexuales son cada vez más maduras, conscientes y satisfactorias.
Estos decretos, pronunciados al despertar, te ayudarán a emprender el día de una manera más positiva. Si eres constante, se irán grabando en ti estas frases e irán sustituyendo a las otras del antiguo programa destructivo. Recuerda cuántas veces te has dicho frases del tipo: "Uf... un lunes más: qué asco. Vuelta al trabajo", “es inútil que lo intente, seguro que no me dan el aumento de sueldo”, o bien “seguro que no voy a encontrar trabajo” o “con tanta gente, a mí seguro que no me eligen”, etc…

Ya que con el programa “viejo” no nos ha ido nada bien ¿por qué no intentar grabarnos uno mejor?... Para eso, ayudan los decretos. Escríbelos, pronúncialos en voz alta. Incluso, escríbelos en una hojita o una pequeña nota, que puedas mirar durante el día, para recordarte a ti misma las frases pronunciadas. Te animo a hacer la prueba.

En la Escuela de Terapia Transpersonal, realizamos un programa que se llama “Educación de las Emociones*”. Se trata de un proceso muy potente que dura 40 días. Se nos entrega una maleta que contiene 40 sobres, cada uno con un trabajo diario: un texto para leer y reflexionar, y para contestar algunas preguntas, que nos van conduciendo a una comprensión cada vez más profunda de nuestro programa mental, de nuestro carácter y personalidad, de nuestra manera de interpretar el mundo.
En este programa, de Educación de las Emociones, entre otras cosas, cada día debemos escribir algunas frases llamadas “Nacimientos”, referidas al “nacimiento a una nueva vida” que estamos creando a través de nuestra reprogramación. Estas frases son, como los decretos, expresadas en positivo y en primera persona, como si ya el hecho que se expresa fuera una realidad.
Dentro de este programa, además de los “nacimientos a una nueva vida” (unos cinco, también por las mañanas), escribimos los tres decretos que consideremos intuitivamente más indicados para el día que se nos presenta por delante. Al final del transcurso de esos 40 días, notas que, efectivamente, algo se ha transformado en tu interior. De alguna manera, ya no eres la misma persona que lo comenzó. El despertador ha sonado... comienzas a abrir los ojos a una nueva realidad mucho más amplia. Has subido un peldaño...

La Educación de las Emociones © es un método de trabajo creado y divulgado por la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal. Como alumna y terapeuta de la Escuela, cuento con la autorización para utilizar el mismo con la persona que lo solicite. Si estás interesada/o en precios y método, ponte en contacto conmigo, sin compromiso.








No hay comentarios:

Publicar un comentario