Los decretos son afirmaciones positivas que realizamos repetidamente, cada
día, para ir "grabando" en nuestra mente un nuevo
"programa" que nos conduzca a desarrollar y mantener un punto de
vista más optimista sobre nosotros mismos y nuestra realidad, al tiempo que nos
estimula y motiva a "crear" esa realidad que deseamos en lo más
profundo de nuestros corazones.
Basándonos en la frase "creer es crear", nos formulamos frases
positivas sobre nosotros mismos hasta que creemos en ellas y así creamos
situaciones que nos son favorables, que nos llegan porque están en sintonía con
ese nuevo programa mental más positivo.
Lo de afuera influye en lo de adentro, y viceversa. Todo está en
interrelación. Trabajamos de dentro a fuera y de fuera hacia dentro.
En el proceso de trabajo interior, todo cuenta.
Tan importante es, por ejemplo, mantener el orden de nuestra casa exterior
como de la interior, pues una cosa es reflejo de la otra. Si nuestra casa está
repleta de trastos inservibles, poco nuevo puede caber en ella. Si nuestra
mente está atorada con montones de pensamientos-basura, poco de lo nuevo puede
absorber. Si quieres ver claro, empieza por limpiar los cristales de tus ventanas.
En la meditación, conectamos con nuestra Esencia, con nuestro Ser, con la
llamada Conciencia Testigo, que es una parte de nosotros que observa lo que
sucede de una manera imparcial, sin enjuiciar, sin involucrarse... La Conciencia Testigo
observa los pensamientos transcurrir como si fueran troncos flotando sobre el
río, que son arrastrados por la corriente. O bien, como si fueran nubes que
aparecen y se disuelven en el cielo azul.
Se nos solicita, cuando meditamos, que esbocemos una sonrisa. Una sonrisa, no
sólo interior, sino también exterior. La sonrisa de la "Monna Lisa", esa típica sonrisa de los Budas.
Esto es así porque, como lo de afuera influye en lo de adentro, el simple hecho de
esbozar una sonrisa, hace que también por dentro sonriamos. Es muy difícil
estar enojados mientras esbozamos una sonrisa apacible. Haz la prueba. Sin
embargo, si por el contrario, pusiéramos cara de enfado y mantuviéramos una
expresión de ceño fruncido y tensión en el rostro, acabaríamos sintiéndonos
enfadados sin saber por qué.
Es así que cuando repetimos frases afirmativas o decretos, estos acaban
calando en nosotros y surtiendo un efecto estimulante en nuestras vidas,
pudiendo de esta forma “reprogramar” nuestro sistema operativo para que
funcione a favor de una vida más sana y positiva. Se trata de navegar con el viento a favor. Aprendamos a ser buenos capitanes de nuestro barco.
Veamos, pues, cómo se decreta.
En primer lugar, las frases han de ser formuladas en tiempo presente de
indicativo, y en primera persona.
No valen frases del tipo: Pronto habré
superado mi adicción al tabaco, sino más bien: Soy un ser libre. Me siento rebosante de salud. Mis pulmones están
limpios y sanos. Disfruto de respirar
aire puro y con cada inspiración, mis pulmones se llenan de salud…
En lugar de expresar una frase del tipo:
Mi hija y mi marido me aman y me comprenden, deberá ser indicada en primera
persona: Me siento amada y comprendida
por mi hija y por mi marido.
Cada día, escribiré en mi cuaderno, al despertar, tres decretos positivos
sobre mis deseos más profundos, por ejemplo:
- Encuentro el propósito de mi vida.
- Me siento llena de energía vital y motivación para emprender el día.
- Me siento reconocida y respetada por mis compañeros de trabajo.
- Disfruto de una alta autoestima. Me siento satisfecha conmigo misma y
agradecida por los dones y por las cualidades que me han sido otorgadas.
- Realizo las tareas de cada día con amor y motivación.
- Mis relaciones sexuales son cada vez más maduras, conscientes y satisfactorias.
…
Estos decretos, pronunciados al despertar, te ayudarán a emprender el día de
una manera más positiva. Si eres constante, se irán grabando en ti estas frases
e irán sustituyendo a las otras del antiguo programa destructivo. Recuerda
cuántas veces te has dicho frases del tipo: "Uf... un lunes más: qué asco. Vuelta al trabajo", “es inútil que lo intente, seguro
que no me dan el aumento de sueldo”, o bien “seguro que no voy a encontrar
trabajo” o “con tanta gente, a mí seguro que no me eligen”, etc…
Ya que con el programa “viejo” no nos ha ido nada bien ¿por qué no intentar
grabarnos uno mejor?... Para eso, ayudan los decretos. Escríbelos, pronúncialos
en voz alta. Incluso, escríbelos en una hojita o una pequeña nota, que puedas
mirar durante el día, para recordarte a ti misma las frases pronunciadas. Te
animo a hacer la prueba.
En la Escuela
de Terapia Transpersonal, realizamos un programa que se llama “Educación de las
Emociones*”. Se trata de un proceso muy potente que dura 40 días. Se nos entrega una maleta que
contiene 40 sobres, cada uno con un trabajo diario: un texto para leer y
reflexionar, y para contestar algunas preguntas, que nos van conduciendo a una
comprensión cada vez más profunda de nuestro programa mental, de nuestro
carácter y personalidad, de nuestra manera de interpretar el mundo.
En este programa, de Educación de las Emociones, entre otras cosas, cada día debemos escribir
algunas frases llamadas “Nacimientos”, referidas al “nacimiento a una nueva
vida” que estamos creando a través de nuestra reprogramación. Estas frases son,
como los decretos, expresadas en positivo y en primera persona, como si ya el
hecho que se expresa fuera una realidad.
Dentro de este programa, además de los “nacimientos a una nueva vida” (unos cinco, también por las mañanas), escribimos los tres decretos que
consideremos intuitivamente más indicados para el día que se nos presenta por delante. Al final del transcurso de esos 40 días, notas que, efectivamente, algo se ha transformado en tu interior. De alguna manera, ya no eres la misma persona que lo comenzó. El despertador ha sonado... comienzas a abrir los ojos a una nueva realidad mucho más amplia. Has subido un peldaño...
La Educación
de las Emociones © es un método de trabajo creado y divulgado por la Escuela Española de Desarrollo
Transpersonal. Como alumna y terapeuta de la Escuela, cuento con la autorización para utilizar
el mismo con la persona que lo solicite. Si estás interesada/o en precios y
método, ponte en contacto conmigo, sin compromiso.
